El Archipiélago está por debajo de la media nacional y se sitúa como segunda comunidad con menor desembolso en sanidad
Sociedad
16 feb. 2021

Las mascarillas disparan en un 79% el gasto sanitario de las familias canarias

El Archipiélago está por debajo de la media nacional y se sitúa como segunda comunidad con menor desembolso en sanidad

 

El gasto medio de las familias canarias en sanidad en 2020 se situará en torno a los 1.563 euros, lo que representa un aumento del 79% respecto a los 873 euros registrados en 2019. Si comparamos esta cifra con la media española, la cual se estima un gasto en torno a los 1.740 euros, Canarias, por debajo de la media nacional, se sitúa como la segunda comunidad que menos ha desembolsado en sanidad. Un incremento excepcional, ya que según la información aportada por ODS Maps, herramienta de medición en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) desarrollada por AIS Group, Esri España y el Observatorio de la Sostenibilidad, en el periodo comprendido entre 2015 y 2019, el gasto de las familias canarias en sanidad apenas ha ascendido (0,3%). La razón del fuerte crecimiento en 2020 no es otra que la compra de mascarillas para proteger a los miembros de las familias de posibles contagios.

Partiendo de un escenario planteado por la OCU, el gasto en mascarillas de una familia de 4 miembros que utilizan al menos una mascarilla diaria cada uno (120 unidades/mes), habría alcanzado los 115 euros mensuales si las hubiera comprado al precio máximo fijado por el Gobierno de 96 céntimos (el más habitual durante muchos meses de pandemia). De acuerdo con estas premisas, el gasto sólo en mascarillas podría haber ascendido en muchos hogares a casi 700 euros (690 euros), incluso más teniendo en cuenta que la vida útil de las mascarillas es de 4 horas y que muchas personas podrían haber utilizado más de una cada día, como los escolares o todos aquellos que no pueden teletrabajar.

El porcentaje de crecimiento varía según las comunidades autónomas. En el caso de Extremadura, donde el gasto medio en sanidad se situó en 722 euros en 2019, la llegada da la COVID y la necesidad de usar mascarillas podría haber prácticamente duplicado su inversión en sanidad. Las comunidades donde este porcentaje es menos acentuado son País Vasco, Navarra y Comunidad de Madrid, si bien el aumento del gasto medio de sus familias es de casi el 58%.

Este incremento del gasto medio tiene en cuenta sólo las mascarillas, a pesar de que la COVID-19 ha penalizado las economías familiares con gastos extras en otros productos como los geles hidroalcohólicos, desinfectantes, guantes protectores, etcétera. También superarán la cifra estimada de 690 euros de gastos extras las familias que utilicen normalmente las mascarillas FPP2, consideradas como las más eficaces, cuyo precio de puede duplicar o triplicar el de las mascarillas higiénicas y quirúrgicas.

 

El gasto en sanidad antes de la pandemia

El gasto familiar en sanidad es una partida compleja que incluye el gasto en productos farmacéuticos y otros productos médicos, el gasto en aparatos y equipos terapéuticos, el gasto en servicios médicos y hospitalarios y el gasto en servicios dentales y en servicios paramédicos.

En 2019 el gasto medio en sanidad de las familias españolas se situó en unos 1.050 euros anuales, un 7,8% más que en 2015, según la información aportada por ODS Maps. En ese periodo, que abarca los años desde la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, esta partida -importante para calcular el grado de cumplimiento del ODS 3 relativo a la salud y al bienestar- creció en 11 de las 17 autonomías, siendo La Rioja la región con el crecimiento más pronunciado (31%). Tras ella se situó la Comunitat Valenciana, donde el gasto medio por familia aumentó un 24,2% y Andalucía, con un 17,5%. También por encima del 10% se situaron los hogares de la Comunidad de Madrid (15,9%), Murcia (15,8%) y País Vasco (10,5%). El gasto mayor absoluto se dio en Navarra, que registró la cifra media más alta de 2019, con una inversión media por hogar de 1.202 euros. Por su parte, el gasto medio más bajo se registró en Extremadura, con 722 euros en 2019 frente a 830 euros destinados a esta partida en 2015.

Si añadimos a la obligatoriedad de usar mascarillas, la necesidad de protegerse frente al coronavirus con desinfectantes, vitaminas y otros medicamentos, el gasto habitual en sanidad por familia puede haber crecido en 2020 una media de entre 70 y 150 euros mensuales, quedando cerca de duplicar en muchos casos el gasto medio anual de 2019.

 

Midiendo el avance hacia los ODS

En el escenario actual, el ODS 3 (Salud y Bienestar) preocupa especialmente. La COVID-19 ha puesto la salud y la sanidad en el punto de mira y también la manera como los gobiernos gestionan la pandemia, la situación del sistema sanitario y sus profesionales, las inversiones de las administraciones en sanidad, y también el acceso que los ciudadanos al sistema, las listas de espera y al gasto particular de los hogares en salud. Todos son indicadores que pueden darnos una idea de cómo avanzamos hacia el cumplimiento de ese Objetivo, cuya meta está fijada para 2030.

Precisamente medir el grado de avance hacia los ODS, la efectividad de las políticas, es el objetivo de ODS Maps. Su misión es facilitar a ayuntamientos y organismos locales el desarrollo de aplicaciones, mapas y soluciones de consulta pública que permitan hacer el seguimiento del cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.

Ofrece un índice que mide el grado de cumplimiento del municipio con cada uno de los ODS, además de la posibilidad de acceder a más de 300 variables e indicadores, calculados específicamente para esa localidad o territorio. Estos datos e información, plasmados en un mapa o un cuadro de mandos, brindan a la Administración el conocimiento necesario para centrar los recursos. Por ejemplo, a través de los indicadores, un Ayuntamiento es capaz de identificar cuáles son las zonas, barrios o incluso secciones censales, con mayor riesgo de pobreza y tomar decisiones más rápido para poder cubrir las necesidades de la población más vulnerable de una forma eficaz. Y no solo eso, sino que a través del cuadro de mandos podrá monitorizar si se está produciendo una mejora en el desempeño de cada ODS y determinar si se da un impacto real de mejora de los indicadores.