Denuncia que los pacientes dependen de que llegue un radiofármaco de Madrid para hacerse las pruebas
Canarias
20 may. 2019

Una joven tinerfeña que padece cáncer exige que se instale un ciclotrón en Canarias

Una joven tinerfeña que padeció cáncer exige a través de Facebook que se instale un ciclotrón en Canarias. Sonia, que ha superado un linfoma de Hodgking, denuncia la grave carencia que sufren los pacientes de cáncer en la sanidad pública canaria, que las promesas incumplidas durante diez años de los políticos del Archipiélago, que se han perdido en "peleas insualrias" y no han instalado en las Islas esta tecnología”.

 

La demanda de esta tinerfeña, que ha creado una página de detalla en un vídeo su experiencia, tiene un argumento muy claro. Muchos tipos de cáncer, incluido el que padeció Sonia, es necesario realizar una prueba diagnóstica conocida como PET (tomografía por emisión de positrones). “Esta prueba se realiza una máquina que tiene forma de dónut gigante”, el TAC ( tomografía axial computerizada) en el que se introduce al paciente para lograr “imágenes por capas” de todo el cuerpo.

 

Sin embargo, para realizar esta prueba es imprescindible inyectar previamente un radiofármaco, que contiene glucosa radiactiva que se adhiere a las células cancerígenas y permite que luego se detecten las zonas en las que se han extendido la enfermedad. “Solo así se puede conocer el estadio concreto de la enfermedad y poner el tratamiento preciso que requiere el paciente”, explica Sonia, quien aclara que, además, los pacientes que hayan tenido cáncer tienen que realizarse esta prueba periódicamente durante años para comprobar si la enfermedad ha vuelto o ha remitido, hasta que le den el alta definitiva.

 

Luego para saber exactamente cómo ha evolucionado la enfermedad se realiza la prueba diagnóstica PET, en un aparato que que sí está instalado en el Hospital Nuestra Señora de La Candelaria, el TAC y otro en el Hospital Doctor Negrín de Grancanaria, pero el fármaco radiactivo debe venir a diario desde Madrid porque no existe ningún ciclotrón en el Archipiélago para elaborar la sustancia que se inyecta una hora antes de la prueba.

 

Como paciente de un cáncer, Sonia asegura que se ha enfrentado a dos problemas a lo largo del proceso de su enfermedad. El primero es que en toda la provincia de Santa Cruz de Tenerife solo de dispone de una máquina para realizar PET, “si esta se estropea, que me ha pasado en varias ocasiones en las que me han cancelado la cita porque se ha estropeado, hay que esperar a que se arregle” para poderse hacer la prueba.

 

Sin embargo, considera más grave es que que no hay ciclotrón y esto supone que “diariamente tiene que venir un avión desde Madrid con el fármaco radiactivo, que no se puede almacenar poque “es tan inestable que apenas dura unas horas”. Esta es la razón por la que las citas para hacerse un PET en el Hospital de La Candelaria nunca empiecen antes de las diez de la mañana y no es seguro que el fármaco llegue. La joven destalla que puede pasar que, como ya ocurrido, el piloto se niegue a transportarlo por tratarse de un medicamento peligroso o como ya pasó en 2011 que la compañía argumente problemas y no lo traslada. “Entonces se tuvo que esperar hasta dos semanas para realizar una prueba que comprueba cuánto se ha extendido una enfermedad como un cáncer”, apostilla.

 

Sonia cuenta que “recientemente se acaba de hacer su primer chequeo para saber si realmente a superado o no el linfoma” y le han cancelado la cita para hacerse el PET hasta en dos ocasiones. La primera porque la máquina que saca las imágenes estaba averiada y la segunda vez le cancelaron la prueba porque “el radiofármaco se acabó; había una serie de pacientes previstos para ese día pero no dio para todos”.

 

“Resulta que en Canarias dependemos del exterior para podernos hacer porque la clase política canaria lleva diez años incumpliendo promesas y batallando en peleas insularistas sin poner una solución a este problema, que supone una falta de soberanía sanitaria y es indignante que no hayan sido capaces de solucionarlo en diez años”, afirma.

 

Recuerda a los representantes públicos que “estamos hablando de la vida de las personas y no solo de las que sufrimos un cáncer porque, desgraciadamente, nadie está a salvo de padecer una enfermedad como ésta”.

 

Exige a la clase política, “que ha sido incapaces de solucionar una cuestión como esta con las partidas presupuestarias asignadas, que dejen de utilizar la sanidad como un chiringuito particular, porque estamos hablando de la vida de personas, personas que tienen familia, que tiene proyectos vitales, que tienen ganas, que tiene ilusión, que quieren vivir”.

 

“Es injustificable que llevemos diez años dependiendo que llegue este fármaco, mientras se destinan ingentes cantidades de dinero a macropuertos que luego no tienen ninguna utilidad y como cuidadana canaria exijo que se instale un ciclotrón en nuestras Islas”, concluye.